El siguiente destino en nuestro camino a Bélgica es la ciudad de Chartres en Francia, habíamos oído hablar de su espectacular catedral famosa por sus vidrieras y todo lo que encontrábamos sobre ella en Internet era muy positivo (¡incluido que tienen una cerveza propia muy buena! Había que probarla). Como quedaba a mitad de distancia entre donde dormimos el primer día y Chimay que era nuestro primer destino belga nos pareció un buen sitio para hacer noche y turismo.

Ese día madrugamos bastante para intentar salir como tarde sobre las 7:30 de la mañana, teníamos pensado hacer una parada a descansar un poco, más las tres horas o un poco más que nos separaban de Chartres llegaríamos casi a la hora de comer.

Llegamos a eso de las 12 y decidimos ir al B&B que habíamos elegido para dejar equipaje y salir a comer. La primera impresión en el B&B Maunoury Citybreak fue muy buena, pudimos aparcar casi en la puerta, la señora fue muy amable y el sitio tenía mucho encanto, nos tocó una habitación tematizada de Tintín y estuvimos muy a gusto allí.

Nuestro B&B

¿Leemos un cómic antes de dormir?

Mucho donde elegir, lástima que teníamos poco tiempo…

Como llegamos más tarde de las 12 nos fuimos directos a comer, teníamos marcado ya un sitio de crêpes cerca de la catedral: La Picoterie y decidimos ir a lo seguro… ¡Otro gran acierto! Las galettes (crêpes salados) buenísimas y además pudimos probar allí la cerveza típica que en ese momento se convirtió en una de mis favoritas, L’Eurélienne rubia, muy afrutada que recuerda a la Tripel Karmeliet belga pero un poco más suave.

Cerveza L’Eurélienne hecha en Chartres ¡Qué rica!

¡Una galette de pato deliciosa!

Una vez terminamos de comer nos fuimos a ver la catedral, lo que habíamos leído sobre ella se quedaba corto, la catedral era preciosa tanto por fuera como por dentro y las vidrieras las más espectaculares que hemos visto hasta ahora. Muy merecido el reconocimiento como Patrimonio cultural de la humanidad. Nos dijeron que un poco más tarde había si queríamos una visita guiada a la cripta, así que como todavía faltaba un rato decidimos dar una vuelta por los alrededores hasta que se hiciera la hora de la visita.

La Maison du Saumon, la casa más antigua de la ciudad

Los alrededores de la catedral de Chartres

Tan bonita por dentro como por fuera

Fuera pudimos visitar el casco hitórico de la ciudad. Calles empedradas, casas antiguas de arquitectura francesa perfectamente conservadas, incluso visitamos la Maison du Saumon, la casa más antigua de la ciudad, que data del siglo XV y cuya arquitectura recuerda un poco a la arquitectura alemana con las vigas de madera cruzadas en su fachada. En ella se encontraba la oficina de turismo de Chartres pero no llegamos a entrar porque en esos momentos estaba cerrada. Nos dio pena no haber dedicado más tiempo que una tarde a visitar la ciudad, pero Francia no era el principal objetivo del viaje y solo visitamos lo más importante: la catedral y el casco histórico.

Altar de la catedral

Después de dar el paseo por los alrededores volvimos a la catedral para la visita guiada, un señor muy peculiar con una barba blanca afilada nos recibió y nos dijo que éramos las únicas personas que había a esa hora, así que tocaba visita para nosotros solos ¡ventajas de viajar en temporada baja! Hablaba un perfecto inglés así que genial. Nos enseñó de nuevo la catedral y nos explicó brevemente algunas zonas de ella, como por ejemplo el famoso laberinto del suelo del que incluso se habían escrito libros, nos contó que antiguamente los religiosos de la catedral andaban sobre él y meditaban. El laberinto solo está despejado ciertos días al año para poder recorrerlo, pero no coincidió con nuestra visita…

¿Meditamos un poco?

Después bajamos a la cripta a la que solo se puede acceder con esta visita y se accedía desde una puerta exterior de la catedral, abajo no se podía hacer fotos creo recordar. Era muy larga, databa del s.XI, había frescos de la época romana perfectamente conservados, aunque algunos de ellos se habían perdido en un incendio, en algunas zonas se podía ver trozos oscuros debido a este incendio. También había algunas esculturas muy antiguas que pertenecieron a la primera entrada que se construyó para la catedral. El guía nos explicó todo perfectamente y al estar nosotros solos perdimos un poco más de tiempo con él con algunas dudas que nos surgieron durante la visita, cuando terminamos salimos de la cripta y se despidió amablemente de nosotros.

Tras la visita dimos una vuelta por la zona del casco histórico para hacer unas compras, en nuestros viajes siempre solemos dejarnos un rato para comprar o probar productos típicos de los lugares que visitamos, así que nos compramos un pack de la cerveza que tanto nos había gustado y unos dulces llamados Mentchikoffs, que eran como una especie de merengue duro relleno de chocolate, parecían piedrecitas blancas… ¡muy ricos!

Como nos sobró un poco de tiempo entramos a tomarnos un té con macarons (Francia siempre es un buen sitio para degustarlos) en una tienda de tés y cafés, aunque la especialidad eran los cafés, cuando entrabas olía deliciosamente y no es para menos, estanterías llenas de café de todo tipo que molían allí mismo a los clientes que entraban a comprarlo. El sitio era pequeñito y con mucho encanto, si queréis hacer un pequeño descanso o comprar uno de los cafés del mundo que tienen allí os lo recomiendo, se llama: CAFE Les Rois Mages.

Francia siempre es buen sitio para unos macarons

Después de esta paradita nos fuimos un rato al hotel a descansar y creo recordar que cenamos algo en la habitación, siempre solemos llevar algo que podamos prepararnos en la habitación por si no nos apetece comer fuera. Después nos fuimos a dar un paseo para ver la ciudad por la noche, a mi me encanta salir cuando ha caido el sol a ver los sitios que visitamos, la iluminación, la gente… todo suele cambiar y le da un toque encantador, es como visitar una nueva ciudad, así que siempre que visitamos un nuevo sitio el paseo nocturno es obligatorio.

Callejeando en Chartres por la noche

La iluminación de la ciudad tenía mucho encanto

La ciudad me pareció aun más bonita que durante el día si cabe, el casco tomaba un aspecto cálido con las luces tenues y la catedral se veía preciosa. Eso sí, gente por la calle muy poca, como suele pasar en el resto de Europa poca gente se anima a pasear una vez cae el Sol. Tuvimos una anécdota al pasar junto a la catedral y es que ¡el piano dentro estaba sonando! La catedral estaba cerrada y con las luces apagadas, además no era una melodía, sino que eran notas sin aparente sentido, casi como si lo estuvieran aporreando, nadie alrededor, nos dio un poco de mal rollito y nos fuimos a continuar nuestro paseo…

¡Corre haz la foto y nos vamos que da mieditoooo!

Solo había una plaza en la que se veía un poco más de vida, había restaurantes rodeandola y la gente estaba allí cenando en sus terrazas cerradas o simplemente bebiendo algo y charlando.

Todo lucía precioso en la noche

Después del paseo nocturno fuimos nuevamente al B&B a dormir pronto porque al día siguiente queríamos madrugar… ¡Bélgica nos espera!

Después de dormir muy bien qué mejor manera de despertar que con riquísimo pan francés recién hecho, eso nos encontramos al levantarnos, con ricas mermeladas, mantequilla, zumo y té calentito, un desayuno muy rico que nos trajo la anfitriona del B&B de Chartres a la habitación. No fue especialmente extrovertida con nosotros pero fue amable en todo momento.

¡Cargando pilas! Qué rico el pan francés

Y qué buen sabor de boca se te queda cuando te encuentrar con una ciudad tan bonita sin esperar disfrutarla tanto… ¡Gran visita a Chartres!

MAPA

Información de interés

Carretera

Volvimos a ir por autopista nuevamente casi todo el camino, como suele ser habitual en las autopistas francesas fuimos muy cómodos.

Coste peaje: 35€ aproximadamente.

Visitas ¿Qué ver en Chartres?

Catedral de Chartres

Visita guiada: 2,70€ por persona.

Parking: no

Horario: De 8:30 a 19:30 todo el año

Dirección: 16 cloître Notre-Dame – 28000 Chartres

Más información: Web Catedral Chartres

¿Dónde comer y dormir en Chartres?

Hotel B&B Maunoury Citybreak

Dirección: 26 rue du Docteur Maunoury, 28000 Chartres, Francia

Parking: gratuito público cerca

Desayuno incluido: Sí

Wifi: gratuito

Más info: Booking

Restaurante crepería La Picoterie

Dirección: 36 rue des Changes 28000 Chartres

Precio medio: 15-20€ por persona.

Más info: Web restaurante (hay carta en español)

Cafetería Les Rois Mages

Dirección: 6 rue des Changes 28000 Chartres

Más info: Web cafetería