Seguramente este es el viaje que más hemos disfrutado en estos años, y eso es mucho decir porque ¡han sido unos cuantos! Desde hace tiempo somos muy fans de la cerveza belga y esto aún se acrecentó en el primer viaje que hicimos a Bélgica cuando visitamos Bruselas, Gante y Brujas, viaje del que os hablaré otro día, y que hizo que tras perder un avión acabáramos visitando también la bonita ciudad de Amsterdam, pero bueno, no me extiendo que como os digo eso da para un par de artículos extra.

En los últimos años preparábamos viaje para nuestros cumpleaños en noviembre, siendo que el mío y el de Óscar solo tienen 4 días de diferencia siempre nos ha parecido una gran celebración y un gran regalo hacernos un viaje y disfrutarlos a nuestra manera. Ese año nos apetecía un viaje por Europa y después de darle vueltas a muchos sitios nos pareció que volver a Bélgica y visitar alguna cervecería de nuestras favoritas era un gran plan.

Empezamos a estudiar zonas, yo, la verdad quitando las zonas que ya habíamos visitado anteriormente que son las más turísticas no sabía mucho más sobre Bélgica, entonces cogimos un libro que tenemos sobre las mejores cervezas del mundo en el que aparecen mapas con las cervecerías por países y en Bélgica vimos que en la parte sur estaban las cervecerías de Chimay y Leffe que son de nuestras favoritas, empezamos a indagar un poco sobre la zona y de inicio vimos que había pueblos bonitos, además Óscar me comentó que por allí estaba el bosque de las Ardenas, donde se libró una de las batallas más importantes de la Segunda Guerra Mundial (a él le encanta la historia, sobretodo la relacionada con la WWII) y quizás por eso la zona podía ser aún más interesante. 

A mi tampoco me atraía especialmente antes este tipo de historia pero a base de ver documentales e historias que me iba contando él empezó a resultarme interesante y visitar un sitio con historia siempre tiene encanto.

Nos pusimos en serio a buscar todos los atractivos de la zona y la verdad es que tenía una pinta estupenda: pueblos preciosos, abadías trapenses, cerveza, naturaleza con bosques con encanto, historia y la gastronomía también pintaba maravillosamente. Así que no lo dudamos más ¡Nos vamos a las Ardenas!

En principio pensamos en coger un vuelo Ryanair desde Zaragoza a Charleroi y allí alquilar un coche pero… ¿Merecía la pena? Miramos cuánto costaba llegar en coche y si hacíamos un par de noches por el camino nos salía un viaje muy cómodo y podíamos ver también alguna zona de Francia por el camino, además a Óscar le encanta conducir y le pareció una gran idea, decidido: ¡nos vamos en coche!

Estuvimos muchos días planeando la ruta que íbamos a seguir y buscando un buen alojamiento allá donde fuéramos. Después de muchas semanas de preparativos íbamos a comenzar nuestro viaje, aquí tienes el itinerario que nos marcamos de inicio:

Salida de María de Huerva (Zaragoza) – Saintes – Chartres – Chimay – Dinant – Durbuy – Gleize – Malmedy – Monschau – Poteau – La Roche-en-Ardenne – Bastogne – Houffalize – Bastogne – Buillon – Orval – Rochefort en Yvelines – vuelta a María de Huerva (Zaragoza)

Todo este itinerario nos lo hicimos en 11 días… ¡No está nada mal!

Este viaje se compone de los siguientes artículos:
Saintes
Chartres
Chimay
Dinant
Durbuy
Malmedy
Monschau
La Roche en Ardenne
Recogne y Foy
Bastoña
Bouillon