Hace ya año y medio que no cruzamos la frontera (bueno, quitando la chufa que hicimos hace unos días en nuestra visita al Pirineo en el valle de Ossau francés) y la verdad es que teníamos, no muchas, muchísimas ganas de viajar y recorrer nuevos lugares que ya sabéis que es nuestra gran pasión. En nuestro último gran viaje por Europa, Leo estaba en mi barriga que ya empezaba a mostrarse prominente pero no lo suficiente para impedirnos visitar la histórica Normandía, parte pendiente del sur de Bélgica, la maravillosa Alsacia y un pequeño recorrido de paso por Suiza.

Leo en mi barriga en nuestra visita a Gruyeres en otoño de 2014

Desde entonces decidimos tomar un respiro en el que esperar tranquilos la llegada de Leo y con él ya aquí acostumbrar nuestra vida los unos a los otros, no sin dejar atrás la ganas más fuertes que nunca de recorrer mundo ya con nuestro pequeño aventurero.

Hace unos meses entendimos que ya estábamos preparados los tres para un gran viaje y comenzamos a planificarlo, no sabéis la ilusión con la que empezamos a pensar en ello. Fueron diferentes los destinos que nos rondaban la cabeza: la bretaña francesa, Suiza o incluso pensamos en Irlanda. Empezamos a viajar con Google Maps como tantas veces, nos empapamos de blogs y foros de viajeros y fue finalmente Suiza la que nos convenció: naturaleza en la que tanto nosotros como Leo disfrutaremos muchísimo, actividades para hacer en familia con bebés, distancia aceptable para ir con nuestro coche desde Zaragoza sin problema, gastronomía: fondues, raclettes, ¡chocolateeeee!, buen clima no excesivamente lluvioso en primavera que es cuando planteábamos ir y por supuesto las ganas que nos quedaron en nuestro último viaje de descubrir Suiza más a fondo y en una época del año muy diferente a la otoñal en la que estuvimos la primera vez.

En primer lugar debíamos decidir las fechas en las que ir, por nosotros nos habríamos ido ya claro 🙂 pero estábamos todavía en invierno y había que esperar un poco hasta el buen tiempo. Teníamos que contar con que este año tenemos diferentes compromisos en verano, entonces deberíamos elegir una fecha que no coincidiera con ellos, así que decidimos irnos en primavera cuando el tiempo fuera ya bastante bueno y así nos diera tiempo de volver sin problema antes de estos eventos.

Pero… ¿cuánto tiempo nos vamos? ¿hacemos base o vamos en ruta? En un primer momento planteamos hacer ruta por el país, pensamos pasar unos días en la zona centro, otros pocos en el norte y ya de vuelta hacer otros pocos días en una tercera zona, finalmente no lo vimos claro porque yendo con un niño pequeño era más complicado viajar como lo hacíamos hasta ahora, así que empezamos a mirar alojamientos y según lo que encontráramos decidiríamos nuestra ruta.

Empezamos a mirar la zona de Interlaken ya que es la más céntrica, normalmente nos gusta alojarnos en B&B aunque esta vez buscábamos un apartamento para estar más cómodos con Leo, buscamos en AirBnB donde solemos encontrar cosas interesantes y encontramos la casa perfecta. Cómoda y amplia para estar con Leo, vistas espectaculares y muy bien situada, a solo unos minutos Interlaken donde hay todos los servicios pero lo suficientemente retirada para estar tranquilos. Nos gustó tanto que decidimos que sería nuestra única base y así la disfrutaríamos al máximo, empezamos a mirar disponibilidad y a calcular las cosas que queríamos ver y decidimos irnos ¡4 semanas! Hablamos con los anfitriones que fueron muy agradables y simpáticos y decidimos reservar…

¿Qué tal la terraza del apartamento? Impresionante, ¿verdad? (Fuente: AirBnB)

¡Ahora solo quedaba planificar a fondo el viaje y esperar que lo meses pasaran rápido! Y así ha sido, parece que quedaba superlejos pero ya falta poco para llegar a uno de los países más bonitos del mundo… ¡Qué nervios!